CRÓNICA DE LA PEREGRINACIÓN A COVADONGA (4)

 

CRÓNICA DE LA PEREGRINACIÓN A COVADONGA (ÚLTIMA ETAPA)

Tras varios días caminando bajo la intensa lluvia, al fin llegamos al destino. Renovados, con una mirada cambiada y valorando los lujos que tenemos a diario más que nunca. Terminamos igual que empezamos, encendiendo una vela. El acto de encender una vela al comenzar y al terminar nuestro peregrinaje tiene una simbología que no puede pasarse por alto. Al encenderla al inicio, simboliza la luz que guiará nuestro camino, la esperanza que nos impulsa. Al hacerlo al final, representa la gratitud por lo vivido, un recordatorio de lo que hemos aprendido y experimentado en este viaje. La vela es el faro que ilumina nuestra travesía espiritual.